Páginas

23 de diciembre de 2014

Crisis de los quince años.


"La publicidad nos hace desear coches y ropas, tenemos empleos que odiamos para comprar mierda que no necesitamos. Somos los hijos malditos de la historia, desarraigados y sin objetivos. No hemos sufrido una gran guerra, ni una depresión. Nuestra guerra es la guerra espiritual, nuestra gran depresión es nuestra vida. Crecimos con la televisión que nos hizo creer que algún día seriamos millonarios, dioses del cine o estrellas del rock, pero no lo seremos y poco a poco lo entendemos, lo que hace que estemos muy cabreados."
 El Club De La Lucha. 

Al leer un libro, crecemos. Al escuchar música, crecemos. Al dar un paseo, crecemos.
Crecemos al correr. Crecemos al reír. Crecemos al mirar el cielo.
Cuando respiramos, cuando nos hacemos daño, cuando nos tranquilizamos... crecemos.
Crecemos más cuando crecemos.
Estando enamorados, enviando cartas y escribiendo.
Crecemos al hacer un millón de cosas pero, ¿entonces? ¿Por qué cuadragenarios parecen quinceañeros? ¿Problemas de crecimiento? Sí.
 Estos problemas se producen por falta de respeto, falta de inteligencia, falta de educación, de naturaleza y de poesía.
Se aconseja a estos quinceañeros que no tomen cantidades excesivas de:
Televisión, violencia,  dogmatismos en general, unas cantidades reducidas de egocentrismo y, olvidar el móvil todo el tiempo restante de existencia en la Tierra.

Tratamiento duro (al comienzo del proceso) con grandes efectos progresivos; mayor vitalidad, crecimiento y aumento de ganas de crecer, mayor número de sonrisas por día, vista del mundo desde otra perspectiva...
Hay posible contagio a personas cercanas.


No se deje llevar por la comodidad, tenga una vida feliz y completa. Independientemente de que exista una vida futura a ésta, viva cada día haciendo más fácil la vida de los demás, no hay por qué sufrir, supere cada día uno de sus miedos.
 Y , ahora, pregúntese; ¿Cómo me gustaría vivir (o haber vivido) mi vida?

No hay comentarios:

Publicar un comentario