14 de febrero de 2015
Mi cielo verde.
Mi pronombre personal
se muere por crearse plural
contigo
pero,
no te necesito.
O eso me digo,
o eso me dicen.
Y, es que,
no saben nada.
Juntos negábamos la realidad.
Antes éramos presente
y ahora
un pretérito imperfecto.
El cual me parece perfecto
y, a la vez,
aborrecible.
No te quiero, afirman.
No te he querido, señalan.
Y, puede que sea cierto
pero,
ellos ven el cielo verde.
Sin embargo estoy aquí,
invirtiendo mi tiempo pensándote.
Bueno, "invirtiendo mi tiempo" no es lo más acertado
ya que
no me sale(s) rentable.
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